Las mejores obras de Botticelli
Sandro Botticelli (1445-1510) fue otro de esos genios y artistas surgidos de la Florencia del Renacimiento. Hoy viajamos a través de sus obras más conocidas.
El pintor italiano Sandro Botticelli (1444-1510) fue uno de los principales artistas del Renacimiento en Florencia, centro de la pintura innovadora en la Europa del siglo XV.
Nació varias generaciones después de que Donatello y Masaccio otorgaran al arte florentino su toque especial y justo antes de dar un gran giro en la obra del Alto Renacimiento de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y otros artistas del momento.
Sandro Botticelli, cuyo nombre original era Alessandro di Mariano Filipepi, deriva su nombre del de su hermano mayor Giovanni, un prestamista que se llamaba Botticello ("Little Barrel", botijo o tonel en castellano). Giovanni era bajito, bastante orondo y aficionado a la bebida, así que, por asociación, no tardaron en nombrar a Sandro con este sobrenombre, Botticelli, por el que, muy a su pesar, se le sigue conociendo siglos después de su muerte. Era un apodo que no hacía referencia ni a sus aficiones ni mucho menos a su físico. Sino a las de su hermano. Cosas de la vida.
Miembro del movimiento artístico que estuvo presente en la Escuela Florentina, estudió bajo la atenta mirada y guía de Lorenzo de Médici. Las obras más famosas de Botticelli incluyen las de La Primavera y El nacimiento de Venus. En su momento más productivo y exitoso, Botticelli fue uno de los artistas más conocidos de toda Italia.
Pero sus comienzos fueron humildes, pues su primer trabajo consistió en trabajar como orfebre; sin embargo, a los catorce años, se convirtió en un joven aprendiz artístico del Renacimiento, concretamente bajo la dirección de Fra Filippo Lippi, donde recibió una educación artística completa y variada.
Botticelli era increíblemente inteligente y su sed de conocimiento y ganas de aprender lo llevaron a convertirse en el gran artista que hoy conocemos.
En su etapa más madura, después de 1490, Botticelli comenzó a concentrarse en pinturas con muchas figuras pequeñas, utilizando una técnica que hacía parecer que la superficie de la imagen se tornase con una vibración temblorosa. Muchas obras exhibieron esta nueva tendencia, como la Calumnia de Apelles, la Crucifixión, con una lluvia de flechas que desciende sobre una vista de Florencia en el fondo o la Natividad, (de 1501), con una cueva estilizada que sugiere paisajes prerrenacentistas, y una inscripción que hace referencia a las profecías actuales del fin del mundo.

Se trata del mapa del infierno, una interpretación fabulosa por parte del artista de la famosa obra la Divina Comedia de Dante Alighieri. El colosal trabajo, que comenzó en 1480, describe en círculos cómo está construido y estructurado el Infierno, según explica Dante en el canto XI. El primer círculo es el limbo y el noveno círculo está formado por cuatro zonas; la última de ellas, la Judeca.
El mapa del Infierno fue un encargo de los Médici y se trató de una obra que llevó muchísimo tiempo. No en vano, el mapa del infierno es solo la portada de una colección de 102 dibujos de los que solo se conservan 92. Estos dibujos son absolutamente excepcionales y de un nivel de detalle inusitado.

Pintada entre 1482 y 1484, esta obra de Sandro Botticelli representa uno de los cuadros más aclamados del maestro italiano. La ninfa que espera a la derecha con un manto rojo es la Primavera; en el centro, Venus, diosa del amor, es empujada por el soplo de los dioses alados, entre una lluvia de flores. El Nacimiento de Venus se encuentra en la Galería Uffizi de Florencia (Italia).

Pintada entre 1480 y 1481, se trata de una alegoría de la primavera. Nos presenta un escenario de fábula mitológica en el que está teniendo lugar una especie de rito pagano. Los dioses paganos son presentados casi desnudos y a tamaño natural, con un gran simbolismo. También se conserva en la Galería Uffizi de Florencia (Italia).

En la composición aparecen una gran cantidad de personalidades de la familia de los Médici, la mayoría ya fallecidos. Así, en la escena, por ejemplo, Cosme de Médici hace de mago arrodillado ante la Virgen; Pedro de Médici, el segundo mago arrodillado de manto rojo; Juan de Médici, es el tercer mago; Lorenzo de Médici aparece en primer plano a la izquierda del cuadro; Juliano de Médici, aparece a la derecha vestido de oscuro. La obra se encuentra en la Galería de los Uffizi de Florencia (Italia).

Se trata de una de las obras que Botticelli pintó en las últimas etapas de su vida (entre 1500 y 1504). En ella, el autor trata el tema del honor violado y la fidelidad matrimonial. Historias de Virginia se encuentra actualmente en la Accademia Carrara de Bérgamo (Italia).

Pintado en 1483, el tema central del cuadro es obviamente el amor. El amor entre los dioses Marte y Venus, que yacen tumbados el uno frente al otro en un prado. Venus, con el pelo despeinado y en actitud relajada, observa cómo un joven dios Marte duerme completamente desnudo salvo por un pequeño trapo blanco encima de los genitales. A su alrededor, pequeños sátiros juegan con la armadura del dios de la guerra. Venus y Marte se encuentra en The National Gallery en Londres (Reino Unido).

Este cuadro fue pintado por Sandro entre el año 1482 y 1483 por encargo de Lorenzo di Pierfrancesco de Medici. Se trata de otra de las obras mitológicas con gran carga simbólica, que tanto caracterizan al artista florentino. Una de las interpretaciones reza que el cuadro representaba un mensaje matrimonial, como la belleza femenina que domina la fogosidad del hombre. La obra se encuentra en la Galería de los Uffizi de Florencia.

Pintado en 149, se trata de una alegoría basada en una descripción literaria sobre una pintura de Apeles, pintor de la antigüedad, hecha por Luciano de Samosata. La escena muestra diez figuras: el rey Midas, el Juez malo, la Sospecha y la Ignorancia, el Rencor, la Calumnia, la Envidia, el Fraude, la Penitencia y la Verdad que resplandece a la izquierda de la escena, señalando al cielo con el dedo. El cuadro se exhibe en la Galería de los Uffizi de Florencia.

Se trata de un fresco realizado por Botticelli entre 1481 y 1482 en la Capilla Sixtina de Ciudad del Vaticano de Roma (Italia). Mide 345,5 cm. de alto y 555 cm. de largo y en ella se escenifican las tentaciones de Cristo narradas por los Evangelios.

Realizado alrededor de 1480–1485, este Retrato de una joven muestra a Simonetta Vespucci y se encuentra expuesto en el Museo Städel de Fráncfort de Meno (Alemania).

Pintada hacia hacia 1469-1470, esta 'Virgen del rosal' forma parte de la serie de Vírgenes que Botticelli pintó en estos años y que evidencian una profunda influencia de Filippo Lippi. La obra se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia.

Se trata de una pequeña tablilla en la que la arquitectura domina sobre los personajes del cuadro. Se exhibe en el Museo Kelvingrove de Glasgow (Reino Unido).

Pintado en 1501, se trata del único cuadro firmado y fechado por el propio Sandro Botticelli. La obra Natividad mística puede visitarse en la National Gallery de Londres (Reino Unido).

Se trata de otro de los frescos realizados por Botticelli para la Capilla Sixtina en Ciudad del Vaticano (como la Tentación de Cristo o el Castigo de los rebeldes). Pintado entre los años 1481-1482, el fresco fue encomendado por el papa Sixto IV.

En ella vemos a una Virgen, una Madonna seria, reflexiva, acompañada del Niño Jesús que mira a su madre. Es una escena tranquila y sosegada que debido a su sencilla estampa religiosa, se ha hecho mundialmente conocida. La obra se encuentra en el Museo Poldi Pezzoli de Milán (Italia).