12 lugares de España para vivir las campanadas de Nochevieja (cuando se pueda)
Esta es nuestra selección de plazas y lugares destacados de la geografía española en los que celebrar Nochevieja, una vez nos lo permitan las circunstancias
Cada país tiene sus propias costumbres para cada momento del año. La tradición de Nochevieja más seguida en España es comer doce uvas acompañando las doce campanadas que anuncian la llegada del nuevo año. Se cree que el establecimiento de esta práctica como tradición se remonta más de cien primaveras atrás, cuando en 1909 hubo un excedente de cosecha y en las casas se aprovecharon las uvas para tomarlas la última noche del año. Sin embargo, hay registros previos de gente que se reunía en la Puerta del Sol y comía uvas en Nochevieja.
No solo desde la Puerta del Sol madrileña se puede vivir la emoción del cambio de año. Desde las torres de catedrales y de relojes instalados en casas consistoriales, cada 31 de enero suenan las 12 campanadas que anuncian el fin de un año y marcan el comienzo de otros doce meses.
La pandemia y los efectos que la covid-19 ha dejado en nuestra sociedad durante el año 2020 hacen que las Navidades de este año sean un tanto distintas y que resulte poco recomendable acudir a lugares muy concurridos o reunirnos en grupos grandes como habríamos hecho en otras ocasiones. Las plazas de muchas ciudades españolas se habrían convertido en el escenario al que se traslada la celebración de Nochevieja, un lugar de reunión en el que compartir el momento de las esperadas campanadas y sumergirse en la fiesta en que habitualmente se convierten muchas plazas desde horas antes de la medianoche.
En muchas de las plazas de las ciudades españolas es donde se traslada la fiesta de Nochevieja, se convierte en el lugar de reunión y compartir allí el momento tan esperado de las campanadas porque aunque podamos verlo por televisión, nada es comparable a sumergirse en la fiesta en que se convierte muchas plazas desde horas antes de la medianoche y escuchar las campanadas junto a los miles de personas que allí se congregan.
En algunas de ellas, incluso, los fuegos artificiales se convierten en los protagonistas de la traca final al recibimiento de un nuevo año. Los artificios pirotécnicos, de luces e incluso agua son organizados por los ayuntamientos para dar más emoción y vistosidad a una fiesta, la Nochevieja, que a pesar de las bajas temperaturas a las que acostumbramos a estar, se suele vivir en la calle hasta altas horas de la madrugada, cuando lo más normal es reponer fuerzas con unas sopas de ajo o un buen chocolate caliente con churros.
En esta galería haremos un repaso por algunos de los lugares de la geografía española donde la última noche del año se vive con especial intensidad para que, cuando las circunstancias lo permitan, podamos volver a reunirnos, brindar y tomarnos las uvas al son de las campanadas de medianoche.que acogen a miles de personas para tomar todos a la vez una uva por cada campanada.

En Galicia, la protagonista de la Nochevieja en la Torre da Berenguela de la catedral de Santiago de Compostela. Desde allí se retrasmiten por televisión las campanadas a miles de gallegos. Sólo la lluvia puede fastidiar esta mágica noche en la plaza del Obradoiro de la capital gallega.

La cuenta atrás del año, marcada por las doce campanadas, se traduce en un impresionante espectáculo de luz, agua, pirotecnia y música en la avenida de la Reina Maria Cristina de Barcelona.
La avenida de la Reina Maria Cristina y el fondo del Palacio Nacional se transforman, de nuevo, en la escenografía por excelencia de la fiesta de Fin de Año en Barcelona. La combinación de pirotecnia, sonido, luz y los juegos de agua de la Fuente Mágica convierten el espectáculo en una experiencia única y excepcional.

En la capital manchega, la tradición de Nochevieja se celebra en la plaza de Zocodover, donde las uvas y el cava no faltan nunca. Y tras las campanadas el ayuntamiento ofrece un espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde el alcázar de Toledo que se puede ver de forma excepcional desde este epicentro de la ciudad manchega de Toledo.

La Puerta del Sol de Madrid se convierte cada año en el epicentro de la Nochevieja para todo el país. Y es que miles de personas, venidas de todas partes, abarrotan cada 31 de diciembre la plaza, para recibir el nuevo año y comer las uvas de la suerte al son de las doce campanadas que marcan el reloj de la Real Casa de Correos.
El sonido del reloj de la Puerta del Sol a las 12 horas de la noche de cada 31 de diciembre es toda una liturgia televisada. Cuando faltan segundos para la medianoche la bola, situada en la parte superior de la torre, baja acompañada de sonido de carillón. Poco después suenan los cuatro cuartos, que anticipan las doce campanadas, separadas entre sí de un intervalo prudencial para evitar posibles atragantamientos con las uvas. es que miles de personas, venidas de todas partes, abarrotan cada 31 de diciembre la plaza, para recibir el nuevo año y comer las uvas de la suerte al son de las doce campanadas que marcan el reloj de la Real Casa de Correos.

En Salamanca, durantes los últimos años se ha establecido el Fin de Año universitario en el que miles de estudiantes celebran a mediados de diciembre su particular Nochevieja sustituyendo las doce uvas por doce gominolas.

Granada celebra la última noche del año en la plaza del Carmen y siempre lo hace a lo grande que se convierte en el punto neurálgico de la fiesta, en la que el Ayuntamiento prepara de forma habitual un espectáculo musical y de fuegos artificiales.

Con un grupo de baile, fuegos artificiales y un DJs se preparan en la plaza cordobesa de las Tendillas para recibir el nuevo año, que también acoge la tradicional retransmisión de las Campanadas de Fin de Año de la televisión andaluza, Canal Sur.

En las Islas Baleares, la mallorquina plaça del Cort es el lugar tradicional donde se celebrar las campanadas de la Nochevieja. Las calles se llenan de gente con muchas ganas de empezar el año con buen pie.

El año viejo se despide en Valencia, en la plaza del Ayuntamientoe, donde no falta la música, la luz y la pirotecnia. Cuando el reloj del edificio del Ayuntamiento marca las doce campanadas que despiden el año, comienza un espectáculo de luz y sonido para dar la bienvenida al nuevo año. Tras comer las doce uvas, el balcón del Ayuntamiento se convierte en un escenario musical.

Es tradición el popular gran cotillón de nochevieja en la plaza del Pilar de la capital aragonesa. Año tras año, el ayuntamiento lo organiza de forma gratuita para todos los ciudadanos que quieran acercase a celebrar la Nochevieja.

En un ambiente festivo, los vallisoletanos descorchan cava y champagne, y brindan todos juntos y toman las uvas al son del reloj de la Casa Consistorial.

Cáceres invita a brindar por el Año Nuevo en una carpa navideña que instalan en la plaza Mayor donde, desde las 23 horas y hasta el amanecer, celebran la fiesta con reparto de uvas para los que quieran disfrutar de la Nochevieja y con una churrería en el exterior para combatir el frío.